El programa de reintroducción del lobo mexicano a la vida silvestre en nuestro país ha sido muy cuidadoso desde finales de 2011 cuando se reintrodujeron los primeros ejemplares en el norte de la Sierra Madre Occidental. En 2014 nació la primera camada en libertad después de haber estado ausentes de la vida silvestre por más de 30 años.
Actualmente (marzo de 2016) se tiene el registo de 19 lobos mexicanos en vida salvaje en México gracias a la dedicación de las diferentes instancias involucradas.
La primera pareja (Mesa de lobos, Chihuahua) ha procreado 11 cachorros, 5 en 2014 y 6 en 2015. La segunda pareja (Rancho Avena, Sonora) con cuatro lobeznos.
Su dieta principal ha consistido en venados cola blanca, ardillas y zorrillos. Sin embargo, se han registrado ataques a ganado vacuno en algunas ocasiones que han requerido de indemnización a los rancheros.
Desde la primera liberación ha habido muertes de ejemplares por envenenamiento, arma de fuego y causas desconocidas.
El camino a la recuperación del lobo gris mexicano ha sido lento y difícil, pero los frutos se comienzan a cosechar.
La educación a la población sobre la importancia del lobo gris mexicano como pilar de los ecosistemas que habita y por lo tanto como indicacdor de la salud de dichos ecosistemas es fundamental para que el aullido de este maravilloso animal comienze a expandirse a largo de su antiguo territorio en México.
Actualmente (marzo de 2016) se tiene el registo de 19 lobos mexicanos en vida salvaje en México gracias a la dedicación de las diferentes instancias involucradas.
La primera pareja (Mesa de lobos, Chihuahua) ha procreado 11 cachorros, 5 en 2014 y 6 en 2015. La segunda pareja (Rancho Avena, Sonora) con cuatro lobeznos.
Su dieta principal ha consistido en venados cola blanca, ardillas y zorrillos. Sin embargo, se han registrado ataques a ganado vacuno en algunas ocasiones que han requerido de indemnización a los rancheros.
Desde la primera liberación ha habido muertes de ejemplares por envenenamiento, arma de fuego y causas desconocidas.
El camino a la recuperación del lobo gris mexicano ha sido lento y difícil, pero los frutos se comienzan a cosechar.
La educación a la población sobre la importancia del lobo gris mexicano como pilar de los ecosistemas que habita y por lo tanto como indicacdor de la salud de dichos ecosistemas es fundamental para que el aullido de este maravilloso animal comienze a expandirse a largo de su antiguo territorio en México.
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